El 29 de mayo de 2017 le llegó a APADEVI una foto de un perro abandonado, recogido en una protectora de Badajoz, que tenía tal tristeza que se estaba dejando morir arrinconado en su chenil.
Ante esta imagen, sin pensarlo dos veces, nos montamos en el coche y fuimos a recogerlo.
Se le buscó adopción y aunque parezca mentira el perro que aparece en las dos fotos, es el mismo.
Ahora ya no tiene miedo…
ni tristeza, es feliz y aunque la gente no lo quieran creer, los animales sonríen.
No hay más que verle la cara en la segunda foto para ver su sonrisa.
Gracias a todos los que adoptáis animales.
Vosotros sois su nueva vida y el final de un largo camino de sufrimientos.
